Francisco Feijoo - martes, ago. 4, 2020
Cuando hablamos de protección perimetral, uno de los dispositivos más utilizados son las cámaras térmicas (o de Infra-rojos - IR), capaces de formar imágenes representando las temperaturas del entorno en una escala de grises.
Estas imágenes son mucho menos sensibles a cambios repentinos de iluminación y en general ofrecen información que es más fácil de analizar y generar menos falsas alarmas que las cámaras convencionales. Además, son sensores pasivos, y por tanto indetectables por terceras personas.
En Buavi, hemos desarrollado un innovador sistema, que es capaz de simular el efecto doppler que hace funcionar a los radares, usando únicamente cámaras térmicas. Cualquier cámara térmica conectada a la plataforma SharpView puede generar trazas como lo haría un radar.
Usando una cámara térmica fija geo-localizada se detecta cualquier movimiento en la escena por medio de análisis de vídeo.
Esos movimientos se posicionan en el mundo dándoles coordenadas de longitud y latitud (GPS)
Una vez que conocemos la posición de las amenazas, se envía a ver con más detalle una o más cámaras PTZ (domo), también geo-localizadas, de una forma completamente automática (desatendida por el usuario)
En caso de existir más amenazas que cámaras PTZ, el sistema alterna entre amenazas de forma que pueda registrar en vídeo el mayor número de ellas.